"Cuando un río se desborda todxs deseamos que decrezca y cese la crecida, que las aguas vuelvan a su cauce, lo mismo ocurre con la insostenibilidad de la situación actual. Decrecer no es, entonces, algo negativo, sino algo necesario" Serge Latouche
"Podemos sobrevivir al final del crecimiento, pero sólo si reconocemos lo que significa y actuamos en consecuencia". Richard Heinberg

sábado, 1 de enero de 2011

¿Qué viene después del Crecimiento?

Llegar a comprender que hemos arribado a un punto en el que el crecimiento ya no puede continuar, sin dudas es algo deprimente. Pero una vez que hemos atravesado ese obstáculo psicológico, es una noticia moderadamente buena.

No todos los economistas cayeron en la trampa de creer que el crecimiento seguiría por siempre. Hay escuelas de pensamiento económico que reconocen los límites de la naturaleza, y al mismo tiempo, esas personas y escuelas han sido ampliamente marginadas en los círculos políticos, pero también han desarrollado planes potencialmente útiles que pueden ayudar a la sociedad para adaptarse.

Los factores básicos que inevitablemente reemplazarán a la economía del crecimiento son conocidos. Para sobrevivir y prosperar durante largo tiempo, las sociedades tienen que manejarse dentro de un presupuesto planetario sostenible respecto de los recursos extractivos. Esto significa que, aunque no conozcamos en detalle cómo será la economía del post-crecimiento y el nuevo estilo de vida, sabemos lo suficiente para comenzar a trabajar en dicha dirección.

Debemos convencernos a nosotros mismos que la vida en una economía sin crecimiento puede ser plena, interesante y segura. La ausencia de crecimiento no necesariamente implica falta de progreso. Dentro de una economía de no-crecimiento o equilibrio igual puede existir el desarrollo continuo de habilidades prácticas, expresiones artísticas, y ciertos tipos de tecnologías. De hecho, algunos historiadores y sociólogos sostienen que la calidad de vida en una economía del equilibrio puede ser superior que en una economía de rápido crecimiento: Mientras que el crecimiento crea oportunidades para algunos, típicamente también intensifica la competencia, hay grandes ganadores y grandes perdedores, y tal como sucede en las ciudades gigantescas, la calidad de vida y las relaciones humanas sufren las consecuencias.

Dentro de una economía de no-crecimiento es posible maximizar beneficios y reducir los factores que llevan a la decadencia, pero hacerlo requiere la búsqueda de objetivos adecuados: En lugar de “más” debemos esmerarnos por “mejor”. En vez de promover una mayor actividad económica porque sí, hay que hacer hincapié en aquello que aumenta la calidad de vida sin empujar hacia el consumo. Una forma de hacer esto es reinventar y redefinir el crecimiento como tal.

Es inevitable la transición hacia una economía del no-crecimiento, o más bien hacia una economía en la cual el crecimiento sea definido de una manera fundamentalmente diferente. Pero nos irá mucho mejor si la planificamos, en lugar de limitarnos a contemplar perplejos cómo empiezan a fallar las instituciones de las que dependemos, para luego tratar de improvisar una estrategia de supervivencia ante su retirada.

En efecto, tenemos que crear una “nueva normalidad” deseable, que se ajuste a las restricciones impuestas por el agotamiento de los recursos naturales. Aferrarnos a la “vieja normalidad” no es una opción. Si no encontramos nuevas metas para nosotros mismos y planificamos nuestra transición desde una economía basada en el crecimiento, hacia otra economía saludable del equilibrio, estaremos creando por omisión una “nueva normalidad” mucho menos deseable, algunas de cuyas manifestaciones ya estamos empezando a ver, bajo las formas de altas y persistentes tasas de desempleo, aumento de la brecha entre ricos y pobres, crisis ambientales, y cada vez peores y más frecuentes crisis financieras, todo lo cual se traduce en profundos niveles de angustia para los individuos, las familias y las comunidades.

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Texto extraído del anticipo condensado del próximo libro de Richard Heinberg titulado “El fin del Crecimiento” y publicado por el Movimiento de Transición de la Comarca Andina.

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