"Cuando un río se desborda todxs deseamos que decrezca y cese la crecida, que las aguas vuelvan a su cauce, lo mismo ocurre con la insostenibilidad de la situación actual. Decrecer no es, entonces, algo negativo, sino algo necesario" Serge Latouche
"Podemos sobrevivir al final del crecimiento, pero sólo si reconocemos lo que significa y actuamos en consecuencia". Richard Heinberg

jueves, 4 de noviembre de 2010

La apuesta por el decrecimiento en tiempos de crisis


Habíamos dicho ya, cuando empezábamos a movernos por el decrecimiento, que la crisis que imaginábamos que iba a venir, seria una oportunidad para el cambio, pero ahora que la tenemos aquí con toda su envergadura, que se prevé larga y que sabemos que no tendremos mejor oportunidad. ¿Cómo hacemos para que no nos supere? ¿Qué estrategia debemos coger como movimiento ante estos momentos claves?


Por otra parte quizá hemos leído también en algún artículo una cita que dice “no hay nada peor que una sociedad de crecimiento sin crecimiento”…

Ciertamente la disminución precipitada de la actividad económica que vive nuestro mundo, representa un soplo de aire fresco para nuestro planeta, pero al mismo tiempo, millones de personas están viviendo sus consecuencias directas en el hambre, la ruina de su economía familiar, y el cierre de numerosos negocios. ¿Cómo podemos responder ante esto?...

Muchos de nosotros estamos ya apostando por cambios en los hábitos personales y por proyectos colectivos que nos permiten apartar cada vez más aspectos de nuestra vida de la dinámica capitalista dominante. A la vez, organizamos actos, charlas, pases de documentales, jornadas, para concienciar e implicar a más gente en estas respuestas prácticas. Pero, ¿es suficiente con la práctica y la concienciación?. ¿Podemos aspirar a más?.

Cuando la corriente sigue tirando hacia la solución individual y cortoplacista, se hace difícil imaginar como estas pequeñas alternativas pueden llenarse de nuevos pobladores, sin que cambie la corriente. Motivos como la presión social y familiar, los problemas económicos, u otros relacionados con las dificultades de nadar a contracorriente hace que los participantes sean menos que los que desearíamos y que incluso muchos precursores tengamos serias dificultades para integrar los distintos aspectos de nuestra vida en la construcción de alternativas comunitarias.

Para salir de ese círculo, la crisis puede ser un buen momento, pero sólo si sabemos hacer confluir concienciación y necesidad. Necesitamos crear un plan de acción y organización social que responda a las necesidades de los excluidos en estos tiempos de crisis. ¿Podemos llevarlo a cabo?

Yo estoy convencido de que sí, y creo que es nuestra responsabilidad hacerlo. Para que este movimiento pueda conseguir su objetivo, debe conseguir dos cosas muy claras pero de largo alcance:

– Dar soluciones prácticas a la gente común que está siendo afectada por esta crisis. A la gente que lo más importante que tiene en la cabeza es darle de comer a sus hijos. Estas propuestas sobre el terreno deben demostrar a pequeña escala la solidez de la propuesta de cambio social que estamos proponiendo.

– Construir una oposición social valiente, con un discurso claro que permita que en el imaginario social entre con fuerza la idea que hay otro estilo de organizar la sociedad, que con toda su complejidad y variantes es el único estilo viable para nuestro futuro y que la crisis capitalista supone el mejor momento para hacerlo. Para ello habrá que convencer y crear alianzas con otros movimientos sociales y también sectores afectados.

Es momento de desobedecer de este sistema para construir otro, momento de auto organizarnos los de abajo para rebelarnos y para cooperar, de parar el capital y para activar la autogestión. Momento de coger el control de nuestra vida, el de liberarnos a la vez a nuestro planeta y a sus gentes.

Podemos dar soluciones prácticas para el problema del paro, podemos recordar que lo que está en crisis es el valor de cambio, pero que el valor de uso lo que está es infrautilizado. Así tenemos miles de hectáreas de tierras abandonadas cerca de los pueblos y ciudades y miles de naves, casas y locales abandonados, por citar dos ejemplos sintomáticos. Con todo lo que el sistema actual infrautiliza podemos generar millones de puestos de trabajo para gente que no tiene. Sabemos que el poder no lo va a hacer por nosotros porque están en una espiral de la que no pueden salir así que tenemos que pasar a la acción, a la acción directa masiva.

Debatamos sobre cómo lo vamos a hacer, pero con la determinación clara de hacerlo, porque ha llegado el momento y además ética y estratégicamente no podemos hacer otra cosa.. En fin para convertir esta crisis en una transición decrecentista hacia una alternativa de sociedad en la cual la ciudadanía pueda recuperar la soberanía popular.

Autor: Enric Duran

Grupo de comunicación de la Cooperativa Integral catalana.

http://cooperativa.ecoxarxes.cat/

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