Serge Latouche, economista y filósofo, Catedrático emérito de la Universidad de Paris Sud, explica la filosofia del decrecimiento y departe sobre los cambios que deberíamos hacer, a escala personal y mundial, para evitar las catástrofes que se aproximan, cuya naturaleza no sabemos con precisión pero que podemos intuir claramente. El crecimiento indefinido en un mundo finito es, obviamente, una imposibilidad, y la única estrategia razonable ante esta evidencia es la re-localización (revertir la tendencia a la globalización vivida en décadas recientes). Estamos ante una tarea descomunal, pues requiere un cambio radical en los valores y anhelos de la mayoría de individuos de las sociedades consumistas.
Latouche nos dice que el decrecimiento pasa por la necesidad de salirse del mito del crecimiento como fuente y motivación de la satisfacción de las necesidades humanas: “Una sociedad de decrecimiento se basaría, de entrada, en un cambio de imaginario, un cambio de valores, ya que la sociedad de crecimiento se basa en unas creencias. La creencia de que el hombre debe siempre dominar a la naturaleza; que debemos trabajar siempre más, para producir más, para consumir más, para ganar más. Se necesita un cambio de valores y de mentalidad que debe llevarnos a otros objetivos, una revalorización de los aspectos no cuantitativos, no mercantiles, de la vida humana. Descubrir otras formas de riqueza que no sean la económica o mercantil, y en particular la riqueza de las relaciones humanas, en el seno de la familia, con los amigos, con los otros, para vivir mejor en sociedad".
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