"Cuando un río se desborda todxs deseamos que decrezca y cese la crecida, que las aguas vuelvan a su cauce, lo mismo ocurre con la insostenibilidad de la situación actual. Decrecer no es, entonces, algo negativo, sino algo necesario" Serge Latouche
"Podemos sobrevivir al final del crecimiento, pero sólo si reconocemos lo que significa y actuamos en consecuencia". Richard Heinberg

viernes, 22 de octubre de 2010

Huelgas, clase trabajadora y flujo energético


Escrito por Pedro Pérez Prieto en el foro de Crisis Energética

y extraído de decrecimiento.info

Me temo y lo digo con toda la sinceridad del mundo, que los trabajadores europeos no tiene ni la más remota idea de cuál es la situación real del mundo, ni ésta parece interesarles. Me temo que se creen que la riqueza de sus países y la prosperidad que han alcanzado se debe exclusivamente a las luchas que han llevado a cabo sus sindicatos por la mejora de los derechos sociales. Y esto es un gran problema de percepción, porque esta creencia muestra solo una parte muy limitada de la realidad mundial, que a ellos (a nosotros, en definitiva) no parece interesarnos.

Las huelgas recientes en Europa se hacen para mantener privilegios, lo cual estaría muy bien, si ese fuese el nivel de bienestar mundial y una mano patronal rastrera intentase despojarlos de ellos. Pero no es así. El estado de bienestar actual de la clase trabajadora europea (ya he dicho en otras ocasiones que no hay proletarios visibles y los que hay están a punto de ser embarcados en las galeras de vuelta porque en nuestra sociedad han hecho falta esclavos hasta hace poco y al parecer ya no hacen falta, porque nos creemos que hay máquinas para sustituirlos o trabajadores dispuestos a bajarse al lumpen para seguir intentando mantener el estatus, si ello fuera posible).

Por tanto, me temo que el resultado final de estas revueltas, frente a una teórica patronal, a la que llevan años sin poner en cuestión, mientras ha sido capaz de garantizarles el Estado de bienestar, aunque haya sido a costa de esquilmar al resto del planeta más pobre, va a ser un giro hacia el fascismo, el nazismo y el gregarismo (que son todos lo mismo y aunque no lo he deseado me ha salido un pareado). Será así, si la sociedad occidental sigue sin querer ver que gran parte de su bienestar recae en el expolio ajeno del planeta, bastante más que en sus propios merecimientos o sabiduría.

Cuando el flujo energético va disminuyendo, se pueden poner como se pongan, que el bienestar disminuirá. Dependerá de ellos ( de nosotros) creer las idioteces y simplezas de nuestras clases políticas, que han ido en carruaje de tiro, mientras sus votantes iban a caballo, mula o burro y creerse lo que digan que no será otra cosa que la voz de los empresarios y del capital, que dirá (como hace poco ha hecho el representante de la patronal española) que hay que trabajar más y ganar menos, que esta vez es tan cierta como descarnada, aunque sea por casualidad. Más trabajo físico y menos ingresos: ese es el futuro, pero a los empresarios golfos hay que terminar de exigirles que digan toda la verdad: esto quizá les solucione a ellos su holgada posición de acumulación incesante de capital, mientras dure y cuando lleguemos al grado de competitividad de las maquilas chinas, porque el asunto ya no será competir, sino sobrevivir con lo que se produzca. Pero eso no le resolverá el problema al que termine esclavizado como los trabajadores de las maquilas chinas, si al llegar a su nivel de “productividad”, conseguimos arrebatarles el trabajo y quedarnos con sus mercados (si es que al final los hay) y no morimos en el tajo por consunción.

Está llegando una hora dura para las acomodadas clases trabajadoras europeas y norteamericanas, japonesas, australianas o canadienses y para las pcoas clases acomodadas del resto de los países del mundo. Para el inmenso y depauperado resto del mundo ya había llegado ese momento desde hace años, décadas o siglos ¿no se habían enterado ustedes?

Sólo espero que no se dejen engañar ahora por los postulados fascistas y gregarios: la culpa no la tienen los que ya estaban en la miseria y vinieron a nuestros países en busca de igualarse a nuestro nivel de confort: la tenemos todos los occidentales por no haber exigido, dentro de una suerte de internacionalismo proletario, que fuésemos todos de la mano por la senda de desarrollos armónicos y simultáneos y no sacando la cabeza nacional a base de pisar millones de cuellos extranjeros ajenos. De haber hecho lo primero, quizá nos hubiésemos dado cuenta antes de que este planeta es finito y no puede expandirse la producción de biernes y servicios de forma infinita y nos hubiese pillado a todos en situaciones más homogéneas y en un nivel de menor explotación planetaria.

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Para saber más sobre la crisis energética que se nos avecina, podéis consultar multitud de artículos y documentos en: www.crisisenergetica.org y también este otro espacio web para aprender a divulgar esta realidad y sus consecuencias, con el objetivo de que cada vez haya más personas que conozcan mejor el mundo en el que vivimos y las crisis a las que nos enfrentamos, porque sólo juntxs, pensando y actuando como una comunidad, podremos vivir mejor con menos!

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